El actual modelo educativo permite, sin duda, exigir elevadas cifras de dinero a cambio de una educación de calidad. Pero a medida que pasan los años nos damos cuenta que la relación entre el valor de educarse y la calidad ofrecida se encuentra en niveles de crecimiento notoriamente desigual . Por ejemplo, año a año sube el valor del arancel de cada especialidad, pero aún así nos seguimos encontrando con la falta de libros en Biblioteca e incluso la circulación de fotocopias de textos (acción supuestamente prohibida en las bibliotecas del país), además de la falta de implementación necesaria en diversos laboratorios de la universidad y la falta de computadores en diversas facultades y departamentos que dificultan el estudio y el cumplimiento de las exigencias académicas por parte de los alumnos.
Ahora, si a los costos de arancel le agregamos la matrícula, las cosas empeoran. A continuación se muestra el valor anual de la matrícula o cuota básica en diversas universidades del país:
| U. de Santiago de Chile | $ 128.800 |
| U. Técnica Federico Sta. María | $ 125.000 |
| U. de Concepción | $ 106.800 |
| U. de Tarapacá | $ 90.000 |
| U. de Chile | $ 84.100 |
| Pontificia U. Católica de Chile | $ 80.000 |
Así observamos que el valor de la matrícula en nuestra universidad es el más elevado de grupo de universidades escogido, con $ 128.800 al año ($ 64.400 por semestre, para quienes no tenían idea que en Julio se vuelve a pagar cuota básica), valor que, además del costoso arancel de cada carrera, debe ser pagado obligatoriamente para efectos de validación en la inscripción de ramos y acceso a beneficios (cabe destacar que si un alumno tiene beca de almuerzo y no está matriculado, no puede hacer uso del beneficio, ni mucho menos acceder al préstamo de textos de estudio). Ahora, al echar un breve vistazo a ciertos valores de cuota básica de la Usach en el tiempo, nos encontramos con:
| 2004 | $ 104.000 |
| 2006 | $ 114.800 |
| 2008 | $ 128.800 |
Observando estos valores nos damos cuenta que la cuota básica sube cada año, al igual que el arancel de cada carrera. Entonces, ¿será justo cobrar un valor tan elevado de matrícula en una universidad donde la gran mayoría del alumnado estudia gracias al crédito universitario?. Obviamente no, más aún si vemos que una buena parte de los estudiantes trabajan en el verano para poder hacer frente a las deudas arancelarias y la matrícula del semestre entrante. Sólo basta observar que el plazo para matricularse venció el 31 de Marzo para darse cuenta que no son pocos quienes tienen problemas económicos para asumir el costo de seguir estudiando.
Los datos están a la vista, sólo es responsabilidad de nosotros, los estudiantes, hacer frente a este tipo de situaciones, asumiendo nuestra obligación como miembros de la comunidad universitaria. Es nuestro deber organizarnos, fomentar el debate y la libre discusión de ideas al interior de las aulas, buscando siempre una educación igualitaria y de calidad para todos.
0 comentarios:
Publicar un comentario